L'enfer, c'est les autres...

lunes, abril 03, 2006

俺はげじゃない!

Casi (bueno depende si lo ves biologica o legalemente) voy por las dos decenas de años. Coño, mis sweet 17 pasaron hace ya tres años y me empiezo a sentir viejo. No es que me quiera quejar de dolores de espalda, de achaques –eso vale relativamente verga y tengo personas con la cuales me puedo quejar agusto-. Lo siento cuando sé que hay raza que a los 17 años estaba grabando su primer disco y tocando frente a millones de personas. No envidio su vida –del todo…por que grabar un disco si estaría cool- por que yo ya fui un pinche rockstar y lo demás me vale verga. Para gente con otros enfoques –por no decir "pendeja”jaja- se sienten viejos al ver que un wey ya es corredor de autos F1 a los 18, o que juega con tal selección del deporte de panaderos desde los 16.

El punto de todo esto –si, hay uno- es que me estoy quedando calvo. Y mi corazón se arruga al acordarse de cuarentañeros cruisin’ en convertibles rojos, con chamarras de piel, viviendo su crisis de la mid-life a todo lo que da y pagando por implantes de pelo que los hacen resemblables a muñecas. Digo, yo ya tuve mi crisis de edad, justo al acabar la prepa, mas específicamente los días de la graduación y si queremos ser exactos, en la noche-madrugada de la taquiza. Ese día permanecí sobrío por que alguien respetable told me so. Coño, ni a mis padres les hubiera hecho caso. Ese día, fui testigo de un party de nivel de decadencia à la romana, sólo que había tacos y morras con vestidos fluffies. Presencié cosas que no pensaba presenciar, en vivo y en directo. Sin embargo, creo haber sido la persona más ondeada ese día, si, aún mas ondeado que los respetables entes que lloraban tirados en el pasto. Cuando lo recuerdo, parece algo que no pasó. Pero sí pasó, y tengo fotos cabrones.

En fín, estoy divangando otra vez –o será el Chu-hi?- pero todo esto es que tengo 19 años, unos pulmones medios jodidos, y entradas cabronas. La primera vez me asusté, cuando después de lavarme las manos, posé mis ojos en el aréa de arriba de la frente. Me moví un poco, y me puse un cagadón. Me imaginé crusin’en un convertible rojo sportin’una chamarra de piel e implantes puestos en Japón –aquí se la rifan para eso- con una botella de Jack Daniel’s oyendo a Mötley Crüe a los treinta. Me acordé que mi abuela me dijo una mañana que el pelo se me caía mucho (vivía con ella) en la ducha, –por que era un puerco y dejaba mis pelos valevergamente pegados en la pared, a veces intentaba escribir algo pero son my chinos y esta cabrón- que si estaba bien. Le respondí que sí. Y pensé que exageraba pero ahora, empecé a preocuparme. Por azares del destino, ya hasta encontré un producto que se ve prometedor -hasta es Kirkland, a huevo- así que esperemos que una vez que el estrés baje mi pelo vuelva a florecer.
Sniff.

2 Comments:

Blogger diablo enlatado said...

ahhhh

pues yo sufro de lo mismo a mis 26. así que... ya ni modo

la vida es así. yo ya mejor me rapé. jajaja

cheers my dear

11:24 a.m.

 
Blogger fngs said...

Estoy considerando eso yo mismo...pero mi pelo esta muy largo... T_T

11:44 p.m.

 

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