It makes tomorrow OK...y viene en lata

Entre las delicias culinarias de Nipponia, citaré a un pisto remarcable. Del katsu-don y sus amigos hablaré otro día.
El Chu-hi (viene de la expresión Shochu-highball) es una bebida alcoholisante hecha a base de Shochu (licor japonés destilado…no confundir con sake), jugo de frutas y soda. Tradicionalmente es un cóctel que pides en bares etc, pero el consumismo nos ha hecho el favor de ponerlo al alcanze de cualquier mortal por un mísero precio de alrededor 150 ¥ (como un dólar) la lata. Es fácilmente encontrable en cualquier conbeni (Sebun-irebun, AmPm et al) e incluso maquinas, es práctico (una lata tamaño calibre da un buzz leve pero efectivo), hay una amplia variedad de elección y su sabor a frutas es incomparable. Es la mejor invención humana en cuanto a spirits guarros se refiere. Un New Mix no se compara. Fuck that, y’all.

Hay numerosas marcas que los ofrecen, siendo los de Kirin y Suntory los más remarcables. Incluso dentro de una marca hay diferentes ramas, como los bajos en azúcar, la denominación “dry” (doraí…jaja) y los de frutas tropicales. La gama de sabores es un arcoiris, llendo desde el sabor aloe (si, el cactus), pasando por el de ume (algo muy cercano a lo que en Mx se conoce como “chamoy”), hasta el de toronja tropical. Ahora que intento hacer recuerdo de una noche con muy pocos, mi primer Chu-hi (de la vida…y ps consecuentemente de Japón) fue sabor guayaba. Esa vez nadé en la alberca de una primaria desierta, probé licores japoneses exóticos dentro de los que resaltan un botella de vino tinto (por 360 ¥…jaja tinto y frio-refrigerado, por qué?!?), el Chu-hi citado, y otro que tenía un apricot (albaricoque y chabacano son palabras que considero especialmente feas fonéticamente hablando) adentro.

En fin, mi preferido es el Kirin sabor uva verde “chardonnay” (yeah right). No tiene madre.