L'enfer, c'est les autres...

domingo, mayo 28, 2006

"Posa tu saco en la tierra"

Bien, no sé si hace rato (si hablamos estrictamente de días, sería hace días…) fui víctima de una mala broma o de un wey muy piadoso. Quería llorar pero mi self-pity funcionó medio lento (for once…).

Iba caminando de casa de mi hermana a otra casa donde mi madre vive por el momento. Se encuentra en la misma zona de la ciudad, que no considero un rumbo peligroso (aunque Marsella per se es considerada peligrosa).

Vamos a los hechos. Era de noche, pasando las diez.Venía medio nervioso por que traía mi disco duro externo, el de mi hermana y mi lap. O sea, 80 G + 150 G + una compu con menos de un año de edad (bueno no es que esas cosas no se hagan estupida y rapidamente arcaícas, veamoslo del punto de vista de que en ese momento todavía tendría garantía…) en una mochila-bolsa que se cuelgan de lado. Crucé la esquina de una gasolinera (por cierto ya estaba cerrada a esa hora…) y en la otra esquina había un carro estacionado con raza en el interior (por lo menos cuatro personas). Un carro x, así como un 206 o un twingo, de color azul fuerte. Un wey –el conductor- hablaba por celular. Cuando me acerco a más al carro –era inevitable. considerando que estaba en la línea “zebrada”- el wey me dice:

-“SVP, un reinsegnemet…” [por favor, me puede decir …]

Lo volteo a ver. Jóven, mid-twenties, con un beanie blanco.
El vato saca una pistola.

-“Approche-toi de la voiture” [acércate al coche]

Lo dice tres veces. Cada vez sube más el tono. Volteo a ver la pistola, que no dice palabra alguna. Pienso para mí (una de esas estúpidas reflexiones que haces en momentos estúpidamente críticos). “Looks real, and shiny”. Así en inglés. Me hubiera gustado haber visto mi cara en ese momento. Sé que tenía la boca abierta, como cuando intento tocar algo que no me sé en la guitarra, pero con cara de cagado. Sigo viendo la pistola, una .45 cromada. Todo esto pasa en milésimas de segundo. Esas milésimas que se ven estiradas por el cóctel de hormonas que invocan nuestros huevos al subirsenos a la garganta.

El vato dice:
“Posse ton sac par terre…” [Pon tu mochila en el piso]
Lo repite, despues de dejar de ver el cohete con cara perpleja, pienso en el contenido de mi mochila. Recuerdo que traigo la cartera con feria y las tarjetas, una esponja para la cara, y mi tee para dormir (que proviene del ecotrip 2005). Imagine lo que podría seguir. Yo diciendole, “Ok, llevate la compu, lo demás no te sirve de nada, son documentos” o sacando lo 30 euros que tengo –aun ahorita en la bolsa. Rogando. Haciendola de héroe. Haciendole la llave que me enseñaron en el judo. Pero el vato no perdonaba. La repetición de la frase de "deja tu mochila" dejaba ver que no había la más mínima rastra de hesitación en su voz. Implacable.

Al final el vato dice que no era cierto, la chica que iba atras wave-me goodbye y el carro arranca. Yo tiemblo y me siento emputadísimo. Faccia di merda.

Sigo caminando y me duermo como a las tres de la mañana. Mis ganas de dormir se las llevó el vato. Pero bueno, reflexionandolo bien, no creo que la fusca (pistola) haya sido verdadera. Digo, una mala broma. Siendo realistas, si hubiera sido de verdad se hubiera llevado mi mochila y ya. Sé que el wey será empalado en el infierno al son de la música de Mägo cuando muera dolorosamente intentando mear.